domingo, 28 de noviembre de 2010

Horror vacui

Ayer estuve en la casa encendida viendo una exposición de instalaciones y algunas como la de la imagen siguiente me recordaron el concepto de Horror Vacui que trabajamos el último día.





Chiaru Shiota


Steiner and Lenzlinger
Expresiones faciales de Duchenne. Investigó las contracciones musculares a través de descargas eléctricas.


domingo, 14 de noviembre de 2010

"L'Effet Charcot" de Voluspa Jarpa


 La instalación de la artista está compuesta por cientos de figuras que recogen las imágenes de Charcot.
 Instalación sobre su visión del trauma y de la histeria, de sus estudiosos y de sus enfermas, de la aparición del síntoma y de su desaparición.

(A continuación un extracto del artículo)Link: instalación Voluspa Jarpa

El discurso corporal

La histeria interesó a esta artista "porque es la historia de una invención muy importante para el siglo XX", y por haber visto pronto su cruce "con lo visual", con el deseo de poder descifrar "los efectos pasionales que todavía no están sometidos a reflexiones positivistas".
A su juicio, la histeria "es una enfermedad que conceptualmente tiene que ver con el conflicto de no poder narrar la vivencia de hechos traumáticos". Ante la imposibilidad de la palabra, "la histérica somatiza este discurso y lo transforma en un discurso corporal".


Histeria


La palabra histeria deriva del griego hyaterá, que significa matriz, ya que los antiguos asociaron esta enfermedad con el útero de la mujer y, por tanto, con el sexo femenino, descuidándose la observación de fenómenos histéricos en el hombre, que también existen.



Con el nombre de histeria se conoce desde la antigüedad la aparición de síntomas objetivos importantes sin lesión que los justifique, por ejemplo, una parálisis sin lesión en los nervios ni músculos, una ceguera sin anomalías en el ojo ni de los componentes del sistema óptico. En todos estos casos de aparente enfermedad orgánica se supone que la causa es un conflicto psicológico que se convierte en un síntoma orgánico que lo simboliza, por eso también se denomina neurosis de conversión oalteraciones somatomórficas.

Existe una forma de histeria en que el problema psicológico no se simboliza a través de la imitación de una enfermedad corporal sino de una enfermedad psíquica, en estos casos se habla de trastornos disociativos, pues la identidad está disociada, por ejemplo, una amnesia histérica con la que el sujeto olvida quién es, y en algunos casos altera su propia identidad con la de nuevos personajes que va creando o que acepta, son los casos de múltiple personalidad.


Síntomas más comunes

Los síntomas histéricos son un intento de defensa en una situación que no se sabe cómo resolver.
Suelen aparecer síntomas asociados de cualquier tipo, pero son exagerados y pintorescos. Imitan enfermedades, por lo que pueden dar lugar a confusiones.

El gran ataque histérico es una tempestad de movimientos con una teatralidad suprema, en que el paciente grita, se revuelca en el suelo, se desgarra las ropas, araña o golpea de modo incoordinado y no específicamente intencional a los que intentan sujetarle, alterna movimientos de contracción tónica generalizada, en los cuales se tiende a mover en semicírculo sobre la nuca y los talones, con otros movimientos y espasmos desordenados e intermitentes que recuerdan un ataque epiléptico. Lo que caracteriza al histérico de otras patologías es que éste sufre las crisis tras un disgusto o contrariedad y ocurre cuando hay delante personas que le interesen.
Otras formas de tempestad de movimientos o de síndromes motores son los temblores, los tics, los espasmos musculares y los movimientos atetoides o creiformes (como el "baile de San Vito"). Todos suelen ser de gran amplitud y espectacularidad y no corresponden exactamente a las enfermedades que imitan (en eso se apoya el diagnóstico diferencial).

También utilizan estos pacientes un tipo de reacción de inmovilización corporal como modo de llamar la atención. Pueden aparecer parálisis histéricas de todo el cuerpo, sin respuesta a ningún estímulo (catalepsia), o parálisis localizadas en medio cuerpo (de las dos piernas, de la parte derecha o izquierda...), de una extremidad, mano, dedo, etc.

Otra forma de manifestaciones histéricas es padecer síndromes sensoriales concretos, como la anestesia histérica en que no sienten el dolor, frío o calor, carecen de tacto, etc. pudiendo afectar a todo el cuerpo o a una parte de él. Las anestesias histéricas no siguen los esquemas anatómico-neurológicos, sino que son de distribución arbitraria. También pueden quedarse ciegos o sordos sin causa aparente.

El histérico no es un simulador. El simulador quiere parecer enfermo, hacerse pasar por enfermo. El histérico de modo inconsciente quiere estar enfermo, y lo consigue. Es la transformación de un conflicto emocional en síntomas somáticos o psíquicos.






domingo, 31 de octubre de 2010

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero

¡Hola chicos!
Ayer estuve ojeando este libro y me pareció muy interesante para imaginarnos más de los personajes, etc.
Es de Oliver Sacks, y narra veinte historiales médicos de pacientes perdidos en el mundo extraño y aparentemente irremediable de las enfermedades neurológicas. Se trata de casos de individuos, aquejados por inauditas aberraciones de la percepción, que han perdido la memoria y, con ella, la mayor parte de su pasado, que son incapaces de reconocer a sus familiares o los objetos cotidianos, que han sido descartados como retrasados mentales y que, sin embargo, poseen insólitos dones artísticos o científicos.
 "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero no tenía problemas de vista... según él, sólo cometía pequeños "errores" como hablar a los parquímetros como si fueran niños o saludar a las señales de tráfico, a la vez que demostraba diariamente ser un excelente profesor y lector de música. A la salida de la primera entrevista con el doctor Sacks, empezó a mirar en torno buscando su sombrero y finalmente extendió la mano y cogió a su esposa por la cabeza e intentó ponérsela..."El libro se divide en 4 secciones (“Pérdidas”, “Excesos”, “Errebatos” y “El mundo de los simples”) que aglutinan estos 24 relatos que nos permiten acceder a las experiencias de, por ejemplo, un músico incapaz de establecer la diferencia entre su pie y su zapato; de un joven que despierta a una nueva vida, increíblemente perceptiva, creyéndose un perro, etc...
Y aparece, por ejemplo, el personaje de Charcot!
Creo que aquí podéis leer algún extracto: http://bibliotronica.blogspot.com/2008/03/el-hombre-que-confundio-su-mujer-con-un.html
¡Un beso!